Por imposición de manos de Monseñor Luis Alberto Parra, Obispo de la Diócesis de Mocoa - Sibundoy; recibió la ordenación sacerdotal el tambeño Oscar Giovanny Matabajoy; el pasado 16 de enero en Sibundoy, Putumayo.
La primera Eucaristía de ordenación y acción de gracias al Señor fue el pasado domingo 18 de enero en el templo de Jesús Nazareno, donde estuvieron presentes las autoridades eclesiásticas y civiles.
El nuevo sacerdote, Oscar Giovanny Matabajoy, viene de una familia humilde y devota, sus primeros años de formación los realizó en la Diócesis de Pasto y manifiesta sus motivaciones vocacionales en el amor a Dios y a los hermanos, especialmente, a los menos favorecidos. Esta fue una de las razones por las cuales decidió hacer parte de las generaciones de sacerdotes que pertenecen a la Diócesis de Mocoa - Sibundoy; dado que, según el neosacerdote, es más latente la necesidad de trabajo espiritual y social en el vecino departamento del Putumayo.
La comunidad tambeña aplaudió y felicitó al nuevo sacerdote, a la vez que elevó sus oraciones para que día a día Jesús Nazareno, fortalezca su vocación y compromiso.
Por esta ocasión especial de alegría en el Señor Jesús, que oportuno recordar las palabras del Papá Pablo VI: "Señor, que, mediante su ministerio y su ejemplo, se conserve la fe católica; se encienda con nueva luz y resplandezca en la caridad operante y generosa; Te pedimos que su testimonio haga eco al de sus Obispos y robustezca el de sus hermanos, a fin de que todos sepan alimentar la verdadera vida cristiana en el Pueblo de Dios; que tengan la lucidez y la valentía del Espíritu para promover la justicia social, para amar y defender a los Pobres, para servir con la fuerza del amor evangélico y con la sabiduría de la Iglesia, madre y maestra, a las necesidades de la sociedad moderna; y, finalmente, Te suplicamos que busque y guste en el misterio eucarístico la plenitud de su vida espiritual y la fecundidad de su ministerio pastoral".
Comentarios
Padre oscar, mi corazón se alegra al saber que consagras Tu vida a la busca de la felicidad de los demás.
Enseña a ser feliz a pesar de los problemas, enseña a vivir con rebeldía y no te conviertas en mero soldado del inconformismo.
Enseña a vivir con el alma en el fuego de la pasión, en el fuego del amor al prójimo.
Libertad, amor, silencio, verdad, iluminación y el supremo florecimiento de tu ser - todo te está disponible. Los obstáculos tienen que ser eliminados. Todas las viejas estructuras fueron creando más y más impedimentos y obstrucciones contra tu crecimiento. Si el rebelde está contra esos obstáculos, es para permitir que el hombre nuevo viva sin cadenas ni prisiones, fuera de los campos de concentración - tan libre como un pájaro en vuelo…, tan libre como un rosal que danza en la lluvia, en el sol; tan libre como la luna moviéndose en el cielo, más allá de las nubes en su extrema belleza, dicha y paz.
El rebelde es un hombre totalmente diferente del inconformista. Nunca lo olvides, porque ser un inconformista es muy fácil, pero para ser un rebelde necesitas de una tremenda transformación en tu ser.
Es fácil ser inconformista, ¿Pero qué puede aportar ella a la humanidad?
El inconformista a través del tiempo ha cometido toda clase de actos estúpidos. Enoja e irrita a la gente, pero no ayuda a la transformación de este mundo. Y tú no te debes interesar en esta clase de circo, en esta clase de entretenimiento estúpido. Puedes hacerte famoso muy fácilmente...
Ser un inconformista es simplemente algo aceptado por mucho tiempo. Es parte del sistema de esta sociedad decadente. Los inconformistas han existido siempre, nunca nadie los ha crucificado. No son un peligro para la sociedad ni para los intereses creados. El hecho de haberte visto perseguida en un sueño, fue una advertencia de tu inconsciente, “…y me asusté. Al despertar me di cuenta de que lo que yo creía que era rebelión, era en realidad un juego seguro para mí, bien dentro de los límites de lo aceptable. Ahora veo que el espíritu rebelde del cual hablas, es algo que asusta; pero que sin embargo lo anhelo profundamente. ¿Es este sentimiento de inseguridad parte del proceso de ser rebelde?”.
Primero, es ciertamente arriesgado, peligroso.
Es sólo para aquellos que tienen corazón de león, que tienen agallas, y que tienen la dignidad de seres humanos. No es para todos.
Sólo unos cuantos rebeldes son necesarios para crear una sociedad rebelde; los otros los seguirán, pero por sí mismos, no serán rebeldes. Sí, la gente rebelde crea una sociedad, la muchedumbre, tal como es parte de la sociedad de hoy - será parte de la sociedad rebelde-. Pero no podrá hacer nada por sí misma. Simplemente porque se mueren de miedo.
Pero en lo que nos concierne a mí y a mi gente, cualquier cosa que sea peligrosa, arriesgada, que provoque miedo, debería ser aceptada como un desafío a tu humanidad, a tu valor, a tu espíritu, a tu misma alma. Es peligroso - por eso mismo debería ser anhelado.
Un hombre que vive sin peligro no vive en absoluto.
El único modo de vivir, es vivir peligrosamente, siempre caminando en el filo de la navaja.
Entonces la vida tiene frescura, juventud y una intensidad momento a momento, una totalidad momento a momento, porque el próximo instante es totalmente incierto.
Los que están viviendo convencionalmente, cómodamente, una vida de clase media…, la palabra “clase media”, es un insulto, uno no debería vivir una vida de clase media. Esta es la gente que se aferra al pasado, que se aferra a cadáveres, a valores decadentes, a rituales sin sentido, porque hasta tienen miedo de cuestionar. Valoran más su conveniencia que la sinceridad.
Sus así llamadas comodidades de clase media, son más valiosas para ellos, que vivir una vida con intensidad y fuego.
Un sacerdote se inicia para llegar a ser una llama, anhelando vivir peligrosamente, desprendiéndose de todas las comodidades y conveniencias, y moviéndose siempre hacia lo desconocido.
Y lo lindo es que cuando vives peligrosamente, y no tienes ninguna certeza, ninguna garantía, ningún seguro para el mañana, vives el hoy al máximo. Exprimes el jugo de cada momento en su totalidad, sabiendo perfectamente bien, que a lo mejor, no vas a tener otra oportunidad.
Amas, pero tu amor no es superficial.
Vives, pero tu vida es fuego.
Y aún un sólo momento de intenso amor y de vida son más valiosos que toda una eternidad de veneración fútil, de supersticiones, de ideales muertos, de esclavitud, de cautiverio.
Toma la vida con calma. Sé sereno y muévete con fuerza, poder y dignidad hacia lo desconocido, hacia lo oscuro, gozosamente, danzando.
No tienes nada que perder, más bien todo que ganar.
Chao: Lucía Samora